A esa florecita que creció en medio de la muchedumbre deseo dedicarle estas palabras porque se las ha merecido, pues me las ha sacado del pecho <<ya son dos años que no le exprimía poesía a este pecho>>. Florecita violácea de mi alma, tú que has emergido tan elegante osas demostrar tu encanto a plena luz del día ante mis ojitos para que yo divulgue tu hermosura, y para pedirle al mundo entero que no te ignoren. ¡Óyeme bien! Debo recordarte que mis ojos ya no pueden borrar tu imagen mucho menos al portar ese corazoncito tan exquisito y alegre de color verde. ¡Óyeme bien! Cumpliré tu deseo, pero no sin antes aplaudirte por tu gran hazaña que ha sido: existir; a pesar de que la muerte se acerca y te besa tiernamente esos pétalos que ahí tú tienes, y te murmura suavemente que pronto se llevará tu cuerpo inerte. Yo me visto con mis mejores vestimentas, ya que no pretendo defraudarte. ¡Óyeme bien! Pues queda poco tiempo y debo a...
wow, es un pensamiento algo frío pero muy cierto, si lo expresáramos de la manera correcta no se escucharía tan romántico "te llevo en el área de mi cerebro responsable de mis sentimientos :D"
ReplyDeleteme gusta tu blog Karly! :)