Un renacer
A esa florecita que creció en medio de la muchedumbre deseo dedicarle estas palabras porque se las ha merecido, pues me las ha sacado del pecho <<ya son dos años que no le exprimía poesía a este pecho>>. Florecita violácea de mi alma, tú que has emergido tan elegante osas demostrar tu encanto a plena luz del día ante mis ojitos para que yo divulgue tu hermosura, y para pedirle al mundo entero que no te ignoren. ¡Óyeme bien! Debo recordarte que mis ojos ya no pueden borrar tu imagen mucho menos al portar ese corazoncito tan exquisito y alegre de color verde. ¡Óyeme bien! Cumpliré tu deseo, pero no sin antes aplaudirte por tu gran hazaña que ha sido: existir; a pesar de que la muerte se acerca y te besa tiernamente esos pétalos que ahí tú tienes, y te murmura suavemente que pronto se llevará tu cuerpo inerte. Yo me visto con mis mejores vestimentas, ya que no pretendo defraudarte. ¡Óyeme bien! Pues queda poco tiempo y debo avisarles de tu pres